¿Sabías que la IGP Castilla y León, conocida tradicionalmente por Vino de la Tierra de Castilla y León, fue creada en el año 2000 y que es la única Indicación Geográfica Protegida (IGP) de vino existente en Castilla y León?
Pues así es, convirtiéndose en la figura de calidad vínica más heterogénea de esta comunidad autónoma, ya que su área geográfica delimitada abarca todo el territorio. De esta manera, los vinos que se comercializan con la mención Vino de la Tierra de Castilla y León pueden ser blancos jóvenes, rosados, tintos, espumosos, vinos de aguja, de licor y de uva sobremadura.
Son cerca de dos centenares de bodegas las que comercializan vino de esta IGP de calidad, que desde su nacimiento se ha desarrollado con pasos grandes pero seguros. En 2019 el volumen de ventas superó los 168.000 hectolitros. El consumidor sobre todo es nacional, ya que dos de cada tres botellas que se venden de Vino de la Tierra de Castilla y León lo hacen en el mercado nacional, mientras que una de cada tres se destina a la exportación.
¿Quieres probar el rosado de la IGP de Castilla y León de Bodegas El Inicio? Se llama Pluma Rosé y es todo una explosión de sentidos en la copa.